Llegan estas fiestas y todo lo que vemos
son dulces que se nos meten por los ojos y son difíciles de resistir. Al menos
es lo que me pasa a mi y creo que a la mayoría. Como sabéis estoy embarazada y
trato de no comer muchos dulces, pero a estas alturas es ya una misión casi
imposible. Los bombones, turrones de Suchard, polvorones, mantecados, roscos de
vino, cortadillos, marquesas, conguitos de chocolate, empiñonadas, etc. Todo me
gusta y todo lo quiero comer.
Antes era más fácil, los comía y después
de las fiestas recuperaba la figura. Pero ahora no soy yo sino un bebé que
puede llegar a pesar 4,600Kg como le ha pasado a una conocida mía. Eso tampoco
lo quiero, ¡que bestialidad!.
El caso es que en vuestras casas, seguro
que ya hace días que estáis degustando estas delicias navideñas y ya estaréis
ofreciéndoselas a los invitados que aparezcan por casa.
Lo propio es no tenerlos guardados, sino
a la vista en bonitos cuencos y bandejas navideñas. Claro que eso hace que al
verlo todos los días te apetezca picar siempre. Hay que tener fuerza de
voluntad.
Ya pensaremos después de las fiestas como
recuperar la figura, haré un post sobre eso y os ayudaré un poco.
Os enseño los dulces que tengo ahora en
casa y como los he colocado. Tengo que comprar el turrón.
¿Y vosotras que dulces navideños tenéis?
Un beso.
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